[Resignados a un trabajo de por vida,
una sonrisa y saca la botella.
Quieren hundirnos generación pérdida,
al enemigo no le mostramos las lágrimas.
Son páginas de nuestra historia escrita,
la educación una miseria y una lacra.
Trabajo para ser mejor persona,
la zona cero es este mundo sin mesura.]
jueves, 7 de octubre de 2010
miércoles, 6 de octubre de 2010
Buenos días.
Suena el despertador. Se levanta, se viste y sale corriendo por la puerta. Al llegar al portal mira en el espejo que todo este orden y esquivando el periódico que dejan a temprana hora en el suelo sale por la puerta.
El frio de la mañana le inunda mientras sale por esa pequeña plazita la cual nos muestra un edificio de ladrillo e hierro rojizo como cualquier atardecer. Se encamina hacia la calle Atocha, y antes de doblar la esquina se encuentra con la señora sin ocupaciones sacando a su chucho.
- Buenos días.
- Buenos días.
En la parte trasera de la sudadera del chaval pone "Africa is the future", lo cual llama la atención a los transeuntes. Él...libro en mano ni se percata de la situación. Al llegar al mercado de Antón Martín gira a la izquierda por el pasadizo en el cual ya son las 8:00 y los tenderos corren aprisa a colocar sus mercancias. Divisa el final de su paseo, desciende por la calle Olmo y al llegar a la puerta de su trabajo saluda con un cordial "buenos días".
No es lo que quiere para el resto de su vida pero de momento le da una aportación económica que le sirve para pagar material de sonido y fotografía. Y el con el sonido y la fotografía es feliz.
El frio de la mañana le inunda mientras sale por esa pequeña plazita la cual nos muestra un edificio de ladrillo e hierro rojizo como cualquier atardecer. Se encamina hacia la calle Atocha, y antes de doblar la esquina se encuentra con la señora sin ocupaciones sacando a su chucho.
- Buenos días.
- Buenos días.
En la parte trasera de la sudadera del chaval pone "Africa is the future", lo cual llama la atención a los transeuntes. Él...libro en mano ni se percata de la situación. Al llegar al mercado de Antón Martín gira a la izquierda por el pasadizo en el cual ya son las 8:00 y los tenderos corren aprisa a colocar sus mercancias. Divisa el final de su paseo, desciende por la calle Olmo y al llegar a la puerta de su trabajo saluda con un cordial "buenos días".
No es lo que quiere para el resto de su vida pero de momento le da una aportación económica que le sirve para pagar material de sonido y fotografía. Y el con el sonido y la fotografía es feliz.
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